Siempre hay una trampa,
que nos agarra. Nos atrapa.
La necesidad de querer explicar.
Que el azar tenga nombre y apellido.
Siempre hay una trampa que nos engancha.
Nos revuelve. Nos muerde y desborda.
Tapar que no se nota. Irse sin querer irse.
Necesitar no es debilidad.
Siempre está esa trampa
que nos obliga a ver al otro-
No hay comentarios:
Publicar un comentario