Te pueden decir cómo empezar. Pero si realmente te agarran, no hay cómo desafiarse.
Lejos saltamos de los errores que nos queman de a poquito. Y si saltamos, no hay quien nos pare.
Por que una vez que saltaste estas habilitado mentalmente, para hacer exactamente lo que quieras.
Lo mejor de todo, es cuando nadie, si, nadie, te espera del otro lado.
domingo, 13 de abril de 2014
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