Me preguntaron
¿cuántas batallas queres pelear?
Yo respondí:
"estoy intentando con todas".
Me dijeron que hay algunas que no me corresponden y
a
mi se me está yendo la energía de a poquito.
Cuando quiero estar en tus zapatos, yo también los camino.
Y no hay nada peor que caminar por alguien más. No ayuda. No sirve. No me sirve.
Cuando me río,
siento que de a poquito esa energía esta volviendo. Como el oleaje del mar. Y
que al atardecer ya está calmo.
Yo me estoy empezando a sentir en calma cuando dejo de caminar atajos que no son míos, caminos que no me tocan.
Cuando lloro, que suele pasarme seguido siento que de algo me estoy liberando.
Aún no sé bien
de qué.
