Descubrí que era real. Que era sano y puro. Que no había contratiempos. No había tiempos difíciles. Y si existían, pues simplemente dejaban de existir. Alguien me dijo que cuando eso pasara, no importaba cuan sola me encontrara, pues había algo dentro que jamas iba a escapar. Algo dentro que jamas iba a dejar de crecer. Sé, que miro tus ojos y puedo verme ahi. Y allí puedo verte mirándome. Estabas tan lleno de sol, que dejarnos ir no era suficiente. Pues un recuerdo a mi no me alcanza. Puede el hambre volvernos locos e irreparablemente convertirnos en ganas. Es que lo admito, muero de ganas de volver a verte.
Hay algo dentro, que no sabe a donde ir, pero parece que no quiere quedarse.
Es que a veces escucho tu voz, y me calmo un poco. Donde será que estás, que a todos los lados a donde voy, sé que estás al lado. Al lado, adentro.
Cuanta simplicidad escondemos, que te entiendo desde lejos. Te entiendo donde sea que estés.
La huella más linda del universo, se plantó en mi y no quiere morir.
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